domingo, 22 de febrero de 2009

Otra de supers

Seguramente quedan pocas personas en España que todavía no hayan comentado informalmente la nueva campaña de publicidad de Lidl, con su carismático prescriptor como protagonista. A casi todos les ha parecido curioso que la cadena de supermercados alemana le haya dado la vuelta a sus spots pasando de anunciar ofertas de productos tan variopintos como calzonzillos, regaderas, dulces alemanes o leche de coco, a decirnos que la “calidad no es cara”. Pero vamos a ver (parafraseando a otros ‘grandes’ de la publicidad de masas), ¿os creéis que somos tontos?

No hay que ser demasiado experto en comunicación para saber que cambiar el posicionamiento de una marca requiere (además de muuuucho esfuerzo) un presupuesto bastante elevado. No sólo es necesario invertir en una buena campaña de publicidad que comunique la transformación, sino que se requieren inversiones a todos los niveles de la empresa (distribución, packaging, servicio…) y, por supuesto, que el cambio esté basado en una realidad.

Si para Lidl calidad es sinónimo de productos en palés, cajas vacías y plásticos tirados por el suelo del supermercado, productos en cestas tipo mercadillo de Campoamor y que no te dejen pagar con tarjeta si no compras un mínimo de 10 euros, pues entonces el problema no es de la campaña, sino de su concepto de calidad, que difiere bastante del nuestro.

Lo que está claro es que conseguir modificar el modelo de supermercado al que se ha asociado a Lidl desde su implantación en España (conocido como “hard discount” en el argot de la distribución y supermercados) requiere muchos más cambios que unos cuantos anuncios en la tele, entre ellos, claro está, que tus productos no sean retirados por Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

Un ejemplo de cambio de posicionamiento exitoso lo encontramos en el caso de Nintendo. La marca ha conseguido que la DS ya no sea una consola para niños, sino que se convierta en el entretenimiento casi todos los segmentos de edad. En este caso, también hay presencia de prescriptor (en su origen Amparo Baró), pero la apuesta se acompaña de novedades en el propio producto (nuevos juegos, colores y más opciones) que facilitan el cambio en la mente del consumidor.

martes, 17 de febrero de 2009

Pongos

Los que trabajamos en publicidad a pequeña escala (véase Alicante, clientes con poco presupuesto, que ponen barreras a la creatividad y, en general, más bien cutres) nos consolamos viendo cómo lo hacen los profesionales de aquí y allá y nos morimos de la envidia pensando “qué guay si me dejasen hacer eso”, “ojalá se me hubiese ocurrido a mi” o “con un cliente así sería todo mucho más fácil”.

Hoy os traemos una original iniciativa organizada por el centro comercial L’Illa Diagonal, ubicado (como no podía ser de otra manera) en Barcelona. Se trata de la tercera edición del concurso de ‘pongos’, una idea buena, bonita y barata, aunque a priori de dudosa aceptación en Alicante si tomamos como referente iniciativas similares como ésta (cuyos índices de participación fueron penosos a pesar de la originalidad de la propuesta).

Para los que todavía no lo sepáis, un pongo es un “regalo u objeto de dudoso gusto, que no sabes qué hacer con él y que con frecuencia te preguntas, ¿dónde lo pongo?”. Pues bien, los artículos en cuestión pueden ganar hasta 600 euros y el próximo sábado se celebra un intercambio de objetos.

Estamos seguros de que hay cosas que no tienen desperdicio. Muchas veces hay una delgada línea que separa lo kitsch de lo molón, como este Maneki Neko que ilustra el post (y adorna nuestro salón)… nuestros amigos lo odian, pero a nosotros nos encanta!!!

miércoles, 4 de febrero de 2009

Awesome



En el último capítulo de Cómo conocí a vuestra madre hemos dado con la solución para aquellos que buscan trabajo. Sabemos que la cosa está muy mal, así que podéis hacer como Barney: grabaros un vídeo-curriculum para vender vuestro saber-hacer. A él le funciona.

PD. Por fin hemos encontrado canción sustituta para el You give love a bad name como tono de móvil.

lunes, 2 de febrero de 2009

My Chemical Dylan

My Chemical Romance - Desolation Row


Hay que ver cómo es la música: un arte que fluye de manera universal. Las buenas canciones no entienden de modas y estilos. Gracias a esta máxima podemos encontrarnos con un grupo como My Chemical Romance versioneando a Dylan en uno de los temas estrella de lo que será la banda sonora de la esperadérrima Watchmen.

Dejando de un lado el chapapote emo, My Chemical son una banda portentosa, con un gran directo (del que hemos disfrutado varias veces) y una facilidad para escribir hits (como éste o éste) pasmosa. Y bueno, de Dylan ya se ha dicho todo lo bueno, así que solo añadiré un pero: canta como una estanquera borracha, pero (volvemos a lo mismo) compuso temas universales capaces de reconvertirse en himnos punks en manos de unos cuantos chavales con buen gusto.