jueves, 25 de noviembre de 2010

My Chemical Romance - Danger Days: The True Lifes Of The Fabulous Killjoys


Ya tenemos entre manos el esperadísimo cuarto disco de estos líderes de masas de New Jersey. Después de la conquista mundial que supuso su anterior "The Black Parade", ha llegado la hora de ofrecer una revalida digna. La papeleta no es nada fácil, ya que necesitan algo que colme las expectativas comerciales de sus millones de entusiastas seguidores y que aporte algo de madurez y trascendencia a su sonido. Podemos decir muchas cosas sobre My Chemical Romace, sobre lo mainstream de su propuesta o lo fugaz de su ascenso al estrellato, pero lo cierto es que, a día de hoy su talento les ha servido para renovarse y avanzar, ofreciendo siempre argumentos para respaldar su éxito. La pregunta es: ¿sigue "Danger Days..." esta dinámica ascendente?

Su nueva obra nos ha sido desvelada durante las últimas semanas en un esfuerzo mediático a la altura de las circunstancias y que ha tenido su página web como centro neurálgico. A través de ella hemos podido conocer ese mundo postapocalíptico y naïf que nos proponen en este nuevo trabajo conceptual. El grupo se convierte en The Killjoys, una suerte de fuerza rebelde juvenil con un panorama poco halagüeño por delante... Un propuesta visual potentísima y un tema de adelanto insuperable ("Na Na Na") hacían el resto para caldear el ambiente. El entusiasmo de miles de fans en todo el mundo (muchos de ellos, ya de por sí, hormonalmente exaltados) se hacía plausible.

A priori, "Danger Days..." quiere mostrar a unos My Chemical Romace que recuperan un sonido más primario, menos producido y más directo. La propia banda hablaba meses atrás de un viraje hacia el proto-punk de bandas como MC5 o The Stooges, y ciertamente algo similar habían apuntado en aquella acertada versión de "Desolation Row" del pasado año. Bajo estas coordenadas, nos sorprenden las mejores canciones de su nuevo album: la ya mencionada "Na Na Na", su segundo single "Sing" o esos monumentos al punk-rock más visceral que son "Party Poison" o "Vampire Money". Estos temas apuntan a una dirección enérgica, vigorosa y gratamente efectiva en pleno 2010: recuperar estructuras del rock y el punk clásico y añadir buenas dosis de talento para conformar himnos atemporales.

Otras piezas como la fresca y adictiva "Bulletproof Heart" o las baladas "The Only Hope For Me Is You" o "Summertime" nos devuelven a los My Chemical Romace que ya conocíamos en plena forma, mientras que otras canciones como "Destroya" (que incorpora algunos tambores tribales) o "Save Yourself, I Hold Them Back", aunque no destacan de la media, se mantienen en un buen nivel. Algo parecido pasa con la final "The Kids From Yesterday", una nueva balada de corte clásico y elegante (¿alguien dijo U2?) que cierra el disco de manera aceptable pero que no resulta imprescindible.

Hasta aquí las buenas noticias, porque a diferencia de sus anteriores esfuerzos discográficos, el resto del contenido de "Danger Days..." contiene ciertas fisuras preocupantes. Hacia el principio del disco nos encontramos "Planetary (Go!)" un coqueteo poco consistente con la música disco que, aunque el tiempo nos quite la razón y acabe siendo un single más en su colección, resulta un experimento fuera de contexto. Tres cuartas partes de lo mismo para "Scarecrow", un tema de corte casi indie y poco sustancial que bien podrían haberse ahorrado para alguna cara b.

Con este panorama por delante, y juntando todas las piezas del rompezabezas, podemos decir que "Danger Days..." es un muy buen disco, ya que contiene el material suficiente para transportar a los de New Jersey a una nueva y sólida etapa en su carrera, pero que naufraga en su intento por reunir demasiados estilos distintos bajo una misma bandera (algo que con "The Black Parade" supieron resolver mejor). Este cóctel de punk-rock primitivo, con determinados juegos electrónicos, momentos más pop y abundante presencia de baladas y medios tiempos acaba por diluir parte del entusiasmo inicial. A pesar de todo, las buenas sensaciones consiguen anular a las malas y terminas de escuchar el redondo con una sonrisa en los labios y la fuerte necesidad de darle de nuevo al play. Aunque para una banda como My Chemical Romance, para la que las exigencias siempre serán altas, eso no debería ser suficiente. Si "Danger days..." tuviera un par más de temas rockeros, la mitad de efectivos que "Na Na Na" o "Party Poison", en sustitución de esos otros eslabones más débiles, estaríamos ante la obra perfecta y compacta que podría haber sido. Unos estudiantes de sobresaliente que de momento se tendrán que conformar con el notable.

(publicado en elpesodelavida)

lunes, 8 de noviembre de 2010

Kings Of Leon_ Come Around Sundown


No poco tiempo llevan Kings Of Leon, unos auténticos supervivientes del mundo de la música, buscándose un sitio en la escena. Más de diez años después de su creación, esta banda compuesta por tres hermanos y un primo del profundo Tennesse ya pueden decir que lo han conseguido. Desde sus inicios como ojito derecho del exitoso revival retro garage de principios de década (junto con compañeros de generación como White Stripes o Jet) estos hijos de predicadores consiguieron llamar la atención del mercado europeo con su personal deje sureño. Más tarde llegó la mutación experimental del meritorio "Because Of The Times" y su consagración ante el público masivo con su ya penúltimo "Only By Night", con el que consiguieron números asombrosos y, por fin, reconquistar su Estados Unidos natal.

A día de hoy todavía tenemos que descubrir cual de todas estas reencarnaciones de la banda es la auténtica, aunque con este "Come Around Sundown" obtenemos algunas respuestas interesantes. Su nuevo disco no supone una revolución tan marcada como las anteriores, ni mucho menos, sigue las mismas coordenadas de su disco anterior: sonido minimalista, más grandilocuente en los momentos adecuados pero, por lo general, apoyado en una instrumentación básica y efectiva. Sumemos a esta fórmula una gran habilidad para desarrollar melodías de corte añejo y, como complemento final, la portentosa personalidad de la voz de Caleb Followill. Tal vez la mayor falla de este "Come Around Sundown" reside en que no podrá mantener las espectativas comerciales de su anterior "Only By Night". No existen aquí canciones del potencial radiable de "Sex On Fire" o "Use Somebody" con las que poder seguir la estela de los grandes recintos masivos a la más pura tradición de U2 (hits así, capaces de copar las radios de medio mundo durante meses, no se le ocurren a uno todos los días), aunque en términos generales se puede decir que este disco se nutre de una inspiración más sólida y regular que hace que, aunque carezca de esos momentos explosivos, funcione mejor como conjunto y como obra definitoria de la formación en un punto crucial de su trayectoria. Así, encontramos buenas canciones con pegada como "Radioactive" o "Pyro" (ambas, cartas de presentación del nuevo trabajo), "Mary", con un enérgico ritmo a lo años 50 u otras piezas para añadir a su amplio repertorio como "Back Down South" o "Pickup Truck".

Podemos decir que Kings Of Leon han decidido echar el freno a una evolución meteórica para recrearse en lo conseguido, enriquecer los matices de su paleta sónica y, sobre todo, distanciarse en lo posible de esa vorágine mediática con la que empezaron a lidiar hace un par de años. Con estas nuevas cartas sobre la mesa, parecen dar un mensaje claro a sus seguidores sobre quiénes son y qué les define a día de hoy, sin artificios ni falsas promesas. Ya no son los primos sureños de los Strokes ni tampoco se convertirán en los nuevos Coldplay. Son, sin embargo, una sólida formación con personalidad propia que se guardan el derecho a volver a reinventarse en cualquier momento. Hasta entonces, disfrutaremos de su intransferible propuesta actual.

(publicado en elpesodelavida)