miércoles, 19 de enero de 2011

Cake "Showrrom Of Compassion"


Se me ocurren pocas maneras mejores de empezar un año que con un nuevo disco de Cake recién salido del horno. Puede que no sea el grupo más prolífico sobre la faz de la tierra (ha llovido mucho en los casi 6 años que han pasado desde "Pressure Chief", su último disco de estudio) pero desde luego puedes confiar en que su férrea e impertérrita personalidad sigue intacta con el paso del tiempo. Es curioso cómo los rasgos estilísticos de los californianos (esos ritmos entre el folk y el funk, su cadencia melódica, sus letras ácidas y sus puntuales tics de trompeta) no han variado ni un ápice a lo largo de su carrera. 6 álbumes y 15 años después, una canción de Cake sigue siendo una realidad inmutable y reconocible, hasta el punto de que podrían intercambiarse entre sí en cualquiera de sus discos y nadie notaría la diferencia. Este gusto por la involución, y el hecho de que si hubo algún momento en el que estuvieron cerca del éxito masivo pasó de largo tiempo atrás (aquellos tiempos de "The Distance" o su versión de "I Will Survive"), les confiere un aura única de grupo de culto. Sus seguidores no piden más que esto: su pequeña y reconfortante ración de Cake de tanto en tanto.

Visto lo visto, nos va a tocar hilar fino para poner de manifiesto las diferencias relevantes de este "Showroom Of Compassion" dentro de su discografía. Probablemente con el tiempo podremos valorar mejor el peso de sus nuevas composiciones en el total de su repertorio, aunque a priori encontramos nuevas y dignas demostraciones de sus mejores talentos. El disco se abre con la mordacidad de "Federal Founding", que junto a "Mustache Man" y el single "Sick Of You" conforman un tridente rockero y efectivo; los de Sacramento no se reinventan pero siguen mostrándose en forma. Su capacidad para componer medios tiempos con melodías exquisitas se muestra nuevamente intacta, ahí están las inconmensurables "Long Time", "Got To Move" y "Winter" para demostrarlo. Durante el resto del metraje del disco (más bien corto, todo sea dicho) destaca la experimentación de "Easy To Crash" y los desarrollos de la instrumental "Teenage Pregnancy".

Y esto es todo amigos. Si el grupo repite su dinámica habitual, tendremos que esperar otros cinco años para volver a hincarle el diente a sus nuevas ideas, así que tendremos tiempo suficiente para empaparnos de nuevo de su sonido, de estos imprescindibles Cake que tan poco necesitan para ganarse nuestros oídos, que tan bien rentabilizan sus esfuerzos y que, hay que decirlo, tan bien firman las bandas sonoras de algunas de nuestras series favoritas.


(publicado en elpesodelavida)