domingo, 22 de marzo de 2009

Tonight: The Killers



Dancer, human, human, dancer… es que hay que elegir?? Así empezaron ayer The Killers su concierto. La cosa pintaba bien, gallina en piel, subidón total. El moderneo de la Ciudad Condal estaba totalmente entregado y los de Brandon Flowers no defraudaron a la audiencia.

La decisión de cambiar la ubicación inicial del concierto (era en Razzmataz) fue acertada, pero el Pavelló Olímpic de Badalona también se quedó pequeño, tanto que incluso nos quitaron de las manos la entrada sobrante de Sari (qué feliz hicimos a una adolescente que iba con su padre hiperagobiado!). Conseguir llenar un recinto de semejante envergadura con tu tercer disco es un privilegio al que pocos grupos tan jóvenes tienen acceso hoy en día (Muse, Linkin Park, Franz Ferdinand, son algunos ejemplos). Innegablemente (y polémica aparte), esto sólo se consigue con talento (bueno, o vendiendo humo como en el inexplicable caso Coldplay).

Como bien decía tío Ben a Peter “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y hay que saber respaldar las expectativas generadas donde un grupo enseña realmente sus cartas: en directo. Gran puesta en escena (sobria pero efectiva), un sonido impecable (soberbio Brandon en el apartado vocal) y un repertorio sensacional que se quedó corto ante una audiencia sedienta de más.

La nota negativa de la noche la puso la mala organización del pabellón, que habilitó entradas distintas para grada y foso sin ninguna señalización y sin posibilidad de acceso de una zona a otra por el interior, con lo que nos tuvimos que conformar con verlos desde la barrera. A pesar de esto, reconocemos que a cierta edad esta ubicación se agradece: vista privilegiada y espacio para el bailoteo, aunque lejos del sudor y la adrenalina a la que estamos acostumbrados.

Valoraciones varias:

· Hot Fuss se devela, con el tiempo, tan imprescindible como creíamos. La audiencia, repleta de neonostálgicos (2004 queda tan lejos), respondió con entusiasmo ante incunables como Jenny was a friend of mine o Mr. Brightside.

· Sam’s Town, por otra parte, sigue desafiando a los agoreros que quisieron verlo como un órdago fallido y a día de hoy se confirma como su mayor fuente de alegrías en directo (faltó esa grandilocuencia hecha canción que es This river is wild, pero la santísima trinidad compuesta por Bones, Read my mind y For reasons unknown hizo enloquecer al público).

· El exceso de petardeo de Day & age quita algo de potencia a la personalidad del grupo (el combo Joy Drive + Can’t stay se presume prescindible en sus futuras giras), pero aporta elegancia y sofisticación (ahí estuvieron y estarán Spaceman, Dustland Fairytale o This is your life)

· Aportando un granito de arena de cada etapa del grupo nos encontramos con un setlist apabullante, que ya querrían muchos para sí mismos. Si a esto le sumas tener "la noche" (que la tuvieron), no tienes más que rendirte a la evidencia de haber asistido a uno de los conciertos del año.

1 comentario:

Anónimo dijo...

The song maker says: "It ain't so bad"/ The dream maker's gonna make you mad/ The spaceman says: "Everybody look down!/ It's all in your mind!"

Gran crónica, ¡pero querré más detalles!

¡Hablamos pronto!