Pues va a ser que al final me lo he acabado creyendo. Será por mi débil personalidad, o porque estoy sensible, pero el caso es que entre todos me habéis convencido de que tener 30 años es genial y que hoy empieza una nueva, interesante y productiva etapa en mi vida.
Ni que decir tiene que las felicitaciones y los ánimos se agradecen tremendamente. Más cuando me he llevado varias sorpresas agradables de llamadas que no esperaba y regalos espectaculares que aparecen en la foto de arriba y que han hecho más llevadero el cambio de dígito (aquí me siento obligada a autodedicarme esta canción).
En fin, que espero que el paso del 2 al 3 no suponga, de momento, mucho más que tener que comprarme un contorno de ojos con cafeína (algo que ya he hecho), volver a intentar dejar de fumar (algo que hago una vez al año) y ponerme a dieta (algo que hago todos los lunes).
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