Ensayo sobre la memoria

Siempre he tenido un problema. Yo lo llamo “memoria de pez”, pero también puede denominarse “empanamiento” o más profesionalmente “amnesia anterógrada”. Es curioso, este contratiempo sólo afecta a un apartado de mi vida: el relacionado con la cultura, y las consecuencias son desastrosas: soy incapaz de recordar 75% de los libros que leo o pelis que veo.

Me esfuerzo, de verdad, me leo los nombres de los directores de las pelis, pregunto su título varias veces, me informo sobre otros trabajos en los que han participado los actores, propongo debates post-film… pero nada, pasa un tiempo y se me olvida que he visto esa peli. Con los libros es más o menos igual: subrayo frases, busco cosas sobre el autor en Internet, incluso empecé a apuntarme los que leía, pero perdí el papel donde los tenía anotados. Fatal.

La parte buena de todo esto es que soy capaz de ver o leer por segunda vez casi todas las películas y libros con la misma ilusión que la primera; la parte mala que es que, a veces, me trago bodrios por duplicado.

A pesar de esta traba, en contadas ocasiones, hay libros o pelis que se me quedan grabadas en la mente. Para mi, esto es sinónimo de que tienen algo especial y eso es, precisamente, lo que me ocurrió cuando leí “Ensayo sobre la ceguera”, como al 99% de la población mundial.

Sé que no soy especial por haber flipado con este libro, pero teniendo en cuenta mi handicap, sí que me parece peculiar recordarlo como si lo hubiese leído la semana pasada. Ahora, sabiendo que queda menos para que estrenen la peli, se me plantean muchas preguntas: me decepcionará igual que otras adaptaciones de libros que se han hecho? Serán capaces las imágenes de trasladar todo el cúmulo de sensaciones que el maestro Saramago supo transmitir con la palabra? Habrán suavizado la parte en la que afloran los más bajos instintos de la raza humana? Tendrán nombre los personajes o esa es una licencia que solo puede permitirse el Premio Nobel?

Uf, estoy impaciente.