¡Colecciona esto!

Cada septiembre se repite lo mismo: el final del verano (aunque los Airbag digan que no), la vuelta al cole, el síndrome post-vacacional, apuntarse al gimnasio, empezar a estudiar algún idioma y, lo más representativo, el inicio de los coleccionables, ese apasionante mundo de las cosas inútiles que puedes acumular semana a semana y que permiten ocupar el vacío existencial de algunos en su día a día.

Los quioscos inician a finales de agosto una etapa de invasión de las vías públicas por culpa de esa manía que tienen las editoriales de diseñar los primeros números con enormes embalajes que acaban, con suerte, en los contenedores de papel reciclado.

Tras realizar una análisis poco exhaustivo de la publicidad televisiva de coleccionables durante los últimos días de agosto, hemos comprobado que podemos decantarnos por las figuritas (Far West, figuritas de plomo del Oeste; Soldados del siglo XX; reproducciones de los personajes de Star Wars; Superhéroes de Colección), las maquetas (Acorazado Bismarck, reproducción del famoso navío alemán de la II Guerra Mundial), los coches (vehículos del Rally de Montecarlo; cochecitos de Excalextric) y otros objetos diversos (Renfe, la historia de los trenes de ayer y de hoy; Abanic-arte, abanicos ilustrados con pinturas universales).

A estos hay que sumar los de películas, música, series, o idiomas, pero sin duda, la novedad de esta temporada es coleccionar Rosarios, una serie de fascículos pensada, según reza la publicidad, para la oración y meditación. Lo más.

Y todo este rollo viene a cuento de que nosotros hemos decidido empezar septiembre con una colección. Gracias a los amigos por ese pedazo de tocadiscos retro. Que no sufran los CD porque no los abandonaremos.