lunes, 2 de marzo de 2009

Ay, Vigalondo...



Aquí tenéis una de las últimas peripecias de Nacho Vigalondo, un anuncio para Pikolín que intenta rebañar el plato del éxito de su ópera prima "7:35 de la mañana", corto que estuvo nominado a los oscars en 2004.

Vigalondo es una de las más fulgurantes promesas del audiovisual patrio, aunque aquí se muestra algo repetitivo con esa prosa músico-vocal tan poco inspirada. El rollo de los Cronocrímenes se lo perdonamos, ya que no nos llegó la materia gris para entender el final de la trama, así que nos supusimos intelectualmente inferiores e incapaces de criticar por si acaso nos delatábamos, pero aquí sí que no... y el recursillo de los escenarios colindantes ya lo habían matado aquí, aquí o aquí.

2 comentarios:

James dijo...

Endevé, qué fácil es de criticar. Seguro que los de La Despensa convencieron a Pikolín para que instalaran una hormigonera llena de billetes delante de la casa del Vigalondo, pero él no tendrá culpa de nada.

En sus ojos apareció el símbolo del dólar ($!) y de su boca surgió algo que sobaba a "ca-ching", como una caja registradora.

¡Otro agudo caso de bobdylanitis! ¡Está causando estragos!

Me siento Gif. dijo...

Varias personas del gremio nos han tildado de "despiadados" por las críticas de post. Cierto es que desde que estamos en proceso de desintoxicación tabaquil lo vemos todo como más negro. Aún así, seguimos pensando: ay, Vigalondo...

Estás recuperado ya??

Besetes!